Mil y un aventuras en la Huasteca
La Huasteca Potosina ofrece desiertos y selvas para dar rienda suelta a la adrenalina y la emoción. Gran parte del turismo de aventura en la Huasteca tiene como punto de partida Ciudad Valles, que se ubica a 256 kilómetros de San Luis Potosí, en la Sierra Madre Oriental. Actividades como el rafting, rapel, bicicleta de montaña, kayak y excursionismo se pueden practicar en los numerosos ríos, grutas y lagunas que hay en la región. En el corazón de la Huasteca se ubican las poblaciones de Tamazunchale, Tamasopo y Tamuín. Esta región se caracteriza por sus sorprendentes escenarios acuáticos: transparentes ríos, lagunas y enormes cascadas, así como sitios arqueológicos bien conservados. Es aquí donde se encuentra uno de los lugares más populares entre los amantes del buceo: la laguna de la Media Luna.
Tamazunchale está ganando cada vez mayor popularidad debido a su cercanía con Xilitla, donde el excéntrico y millonario Edward James construyó su onírico capricho: el Jardín Surrealista, un sitio que sin duda cautivará tu atención. Pero Tamazunchale también ofrece una grata experiencia a quienes gustan de la observación de aves, gracias a las más de 200 especies que aquí hacen su nido. Los alrededores de este poblado mantienen su riqueza natural. Prueba de ello es que se pueden admirar más de 20 especies de orquídeas, enormes mariposas, ardillas, jabalíes y lobos.
La laguna de la Media Luna fue considerada por el insigne explorador marino Jacques-Yves Cousteau uno de los mejores sitios para aprender las técnicas de buceo en caverna. Se localiza en la ciudad Río Verde, a una hora de distancia de la ciudad de San Luis Potosí, y ofrece la mágica experiencia de explorar el mundo subacuático. Sumergido en las cristalinas aguas de los seis cráteres que la conforman, descubrirás un paisaje único dominado por árboles petrificados que miran hacia el precipicio como gigantes dormidos, rodeados por cientos de especies marinas. La Media Luna es también un lugar lleno de historia; de sus profundidades se extrajo la cabeza fosilizada de un mamut. También se han encontrado numerosas piezas prehispánicas que fueron arrojadas por los antiguos habitantes de la zona como una ofrenda para sus dioses
De fiesta en San Luis Potosí
El Día de Muertos en Xantolo o la mística Procesión del Silencio en San Luis Potosí te harán vivir el sincretismo cultural que caracteriza a México. Si de tradiciones se trata, San Luis Potosí tiene mucho por compartir. Las festividades que se celebran tanto en sus pueblos como en la ciudad capital obsequian coloridos mosaicos del sincretismo cultural que define a México. El calendario de San Luis Potosí es muy variado, pero sin duda, sus grandes celebraciones conservan su carácter religioso, como el Día de Muertos y la Procesión del Silencio de Semana Santa. De origen comercial, la Feria Nacional de San Luis Potosí o Fenapo forma parte de la identidad potosina y cada verano se convierte en un espacio de convivencia con los estados vecinos, principalmente Zacatecas, Aguascalientes y Querétaro . Se le considera la segunda en importancia en todo el país. En 42 hectáreas de recintos y espacios abiertos, visitantes nacionales y extranjeros disfrutan de conciertos, palenques, desfile de carros alegóricos, venta de artesanías y alimentos típicos.
Qué rico sabe San Luis Potosí
Con los afluentes gastronómicos del Camino Real de Tierra Adentro y la Huasteca, San Luis Potosí tiene una de las cocinas más deliciosas y variadas de México. Resultado de la cocina indígena local y recetas españolas, está delicadamente sazonada e incluye una gran cantidad de vegetales, maíz y carne. A la hora de la comida, prueba los siguientes platillos: cabuches, un aperitivo hecho de flores de cactos; asado de boda, carne de cerdo sazonada con chile ancho; zacahuil, un gran tamal relleno con carne de cerdo; tacos potosinos, hechos con queso o pollo y servidos con zanahorias, ejotes, papas espolvoreados con queso; fiambre potosino, carne y vegetales cocinados en una salsa regional; gorditas de revoltijo, maíz relleno y frito; y migadas, lo mismo que las gorditas, pero más grandes.
Saborea también las enchiladas potosinas, una especie de empanadas rellenas con queso; las enchiladas rioverdenses, rellenas con papas, sazonadas con salsa y acompañadas con patitas de cerdo en vinagre, o las enchiladas huastecas, tortillas empapadas en salsa y a menudo rellenas con huevo o queso. Varios platillos hechos con tuna, nopal y limón son típicos también. Otros manjares son los elotes asados y las papas fritas, que se venden en prácticamente cualquier esquina. Casi todos los restaurantes de la ciudad se enfocan en la cocina regional, aunque algunos ofrecen platillos internacionales
Xilitla, sueño surrealista
En la Huasteca Potosina, riqueza natural y surrealismo se encuentran en el Jardín de Edward James. Aventura, aroma de café y mucha tradición complementan una jornada inolvidable. Hablar de Xilitla, en San Luis Potosí, pone en la mente palabras como magia, arte, surrealismo y exuberancia. No sólo se trata del sitio elegido por el inglés Edward James para crear el Jardín Surrealista, único en el mundo, sino también de un Pueblo Mágico de México donde las horas transcurren entre cielos azules, aroma de café y el susurro de cascadas y ríos que caen sobre pozas frescas y transparentes. No hay otro sitio donde la naturaleza y el hombre se llaman conjugado tan armoniosamente como Xilitla.
La historia de Las Pozas, donde se ubica el Jardín Surrealista, se remonta a 1947, cuando Edward James, en semiexilio, adquirió la finca cafetalera “Xilitla”. Durante varios años, James usó este espacio para sembrar orquídeas y alojar animales exóticos. Fue hasta 1962 cuando comenzó a idear la estructura de un jardín con esculturas surrealistas, inspirado en las orquídeas que había sembrado y en la vegetación típica de la Huasteca Potosina. James gastó una fortuna para contratar a albañiles y artesanos para hacer realidad su fantasía artística. Cuando murió en 1984, había completado 36 esculturas repartidas en casi 81 mil metros cuadrados de selva. Las esculturas, con influencia gótica y egipcia, simulan escaleras que no llevan a ningún lado, castillos, casas y secuencias de columnas que unen su onírica belleza con la exuberancia de la Huasteca.
La historia de Las Pozas, donde se ubica el Jardín Surrealista, se remonta a 1947, cuando Edward James, en semiexilio, adquirió la finca cafetalera “Xilitla”. Durante varios años, James usó este espacio para sembrar orquídeas y alojar animales exóticos. Fue hasta 1962 cuando comenzó a idear la estructura de un jardín con esculturas surrealistas, inspirado en las orquídeas que había sembrado y en la vegetación típica de la Huasteca Potosina. James gastó una fortuna para contratar a albañiles y artesanos para hacer realidad su fantasía artística. Cuando murió en 1984, había completado 36 esculturas repartidas en casi 81 mil metros cuadrados de selva. Las esculturas, con influencia gótica y egipcia, simulan escaleras que no llevan a ningún lado, castillos, casas y secuencias de columnas que unen su onírica belleza con la exuberancia de la Huasteca.
Xilitla, Pueblo Mágico, es un sueño aparte. Su plaza principal está regida por la sobria presencia del exconvento agustino construido en 1557 por misioneros de esa misma orden, y que es el edificio más antiguo de San Luis Potosí. No es extraño encontrarse con grupos de música que interpretan huapangos huastecos. La abundancia de frutos se aprecia en sus mercados llenos de color. El café sigue siendo un producto importante y se han aplicado técnicas para cultivarlo de manera sustentable. Las enchiladas huastecas con cecina, la barbacoa de res, los chicharrones y las carnitas son platillos típicos de Xilitla, que se acompañan con bebidas como aguardiente, vino de jobo, de capulín y de naranja, atole de piña o elote y dulce de chayote. Éste es un excelente punto de partida para explorar el Sótano de las Guaguas o Golondrinas, así como las Grutas de Xilitla, que resguardan interesantes pinturas rupestres
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